Daniel Quintero, exalcalde de Medellín, enfrenta un panorama político y judicial complejo tras ser imputado por presuntos actos de corrupción en la administración de Empresas Varias de Medellín (Emvarias). La Fiscalía lo acusa de irregularidades en contratación y manejo de recursos, hechos que él niega rotundamente al calificarlos como un intento de persecución política en su contra. A pesar de este proceso judicial, Quintero mantiene firme su intención de aspirar a la Presidencia de Colombia en 2026 y busca consolidar el respaldo del Pacto Histórico, movimiento político liderado por Gustavo Petro.
El exalcalde argumenta que su gestión en Medellín estuvo orientada a transformar la ciudad y que los cuestionamientos responden a intereses de sectores que se oponen a sus banderas de cambio. En este escenario, ha iniciado acercamientos con el presidente Petro y su círculo político, con el fin de obtener el aval para convertirse en candidato oficial del progresismo.
Sin embargo, su aspiración ha generado tensiones internas dentro del petrismo, pues otras figuras como Gustavo Bolívar también se perfilan como posibles candidatos presidenciales. Mientras tanto, el futuro político de Quintero dependerá en gran medida del desarrollo de las investigaciones judiciales en su contra y de la forma en que logre posicionar su narrativa de “perseguido político” frente a la opinión pública.
Con este panorama, la carrera hacia 2026 podría tener a Quintero como uno de los protagonistas más polémicos del escenario electoral colombiano.